Las direcciones no válidas provocan rebotes innecesarios, deterioran tus métricas de interacción y dañan tu reputación como remitente, todo lo cual repercute en tu bolsillo. Utiliza un verificador de emails para proteger activamente tu reputación y subir tus tasas de entrega. Con la validación de emails, se acabó el malgastar dinero en direcciones falsas, abandonadas o inútiles.

Por lo general, la forma más fácil de construir una lista y verificar los emails al mismo tiempo es mediante un formulario web. Cuando no existe una herramienta de validación de emails, los usuarios pueden introducir direcciones de email no válidas, spam traps o buzones desechables. Si envías un email masivo sin un proceso de validación de emails, tus mensajes acaban rebotando y tu puntuación como remitente, así como la entregabilidad de tus emails, acaban sufriendo por ello.
Un estudio ha mostrado que la reputación como remitente provocaba casi el 75 % de todos los problemas de entrega de email. Con un proceso de verificación sólido, tu entidad consigue una buena puntuación de remitente en los principales proveedores de buzones de email, con lo que tus direcciones IP y tus nombres de dominio disfrutan de una reputación positiva. De este modo, la validación de emails incrementa tus tasas de entrega, con lo que son más los emails de tu campaña que llegan a las bandejas de entrada.
Elige un proveedor de servicios de envío de emails que ofrezca una herramienta de validación de emails. Normalmente, hay dos métodos: