La entregabilidad es algo que tiene cada vez más peso entre los profesionales del email marketing y uno de los mayores retos para un plan de marketing eficaz. Junto con la reputación como remitente, la lista de contactos y la frecuencia de envíos, uno de los principales factores que afectan a este aspecto es el contenido de los emails.
Antes de intentar ajustar el contenido de los emails para que consiga conversiones, primero hay que centrarse en optimizarlo para una buena entregabilidad. Si el contenido del email no llega a la bandeja de entrada, es imposible que el destinatario lo abra y haga clic en el botón de la llamada a la acción.
Cómo optimizar el contenido de los emails para mejorar la entregabilidad
Hay algunos hábitos a la hora de crear contenido que generan más tasas de quejas y peor interacción. Esto tiene un impacto negativo en tu reputación como remitente y, por tanto, en la entregabilidad de los mensajes futuros. Para que te reconozcan como remitente legítimo, aquí tienes unas cuantas recomendaciones a la hora de crear el contenido de tus campañas de email:
- La línea de asunto debe tener entre 35 y 50 caracteres de largo. Cuanto más larga sea, más probabilidades habrá de que te marquen como correo no deseado los proveedores de buzones de email, como Hotmail o Gmail. Además, tener una línea de asunto concisa e impactante también ayuda a captar la atención del lector y generar mejores tasas de aperturas.
- No uses palabras con todas las letras en mayúsculas en la línea de asunto ni en el cuerpo del mensaje. Este es un comportamiento común en los spammers, por el que el proveedor del buzón de email puede sospechar de ti. En el texto del email también debes reducir al mínimo el uso de letra negrita o roja, signos de exclamación e interrogación y símbolos como $ € £ @.
- Para que no te tomen por un spammer (o, aún peor, un phisher), es necesario evitar las palabras identificadas con más frecuencia como sospechosas por los filtros antispam, especialmente en la línea de asunto de tu campaña de marketing.
- Evita enviar mensajes que tengan solo una única imagen grande o estén formados únicamente por imágenes, cosa que suelen hacer los spammers. Asegúrate de tener un buen equilibrio de aproximadamente un 70 % de texto y un 30 % de imágenes.
- Envía el tipo de contenido para el que tus suscriptores se han suscrito. Si les envías contenidos no relevantes, pueden darse de baja de tus comunicaciones o marcarte como spammer. Además, cuanta más gente abra y haga clic en tus newsletters, mejor se volverá tu reputación como remitente. Por tanto, enviarles el contenido que quieren te beneficia a ti en primer lugar.
RESULTADO
Sabiendo que, a nivel mundial, uno de cada seis mensajes enviados no consigue llegar a la bandeja de entrada, elaborar contenidos debería atender, ante todo y antes que nada, a maximizar su entregabilidad.
