Marketing
El email marketing es mucho más que un simple canal de comunicación en el panorama digital actual. Es una de las piedras angulares, un pilar estratégico para cualquier empresa que desee establecer una relación duradera con su público y maximizar los ingresos. Aunque constantemente surgen nuevas plataformas y tecnologías, el email ha demostrado una notable resistencia y eficacia, demostrando que está lejos de ser obsoleto. Se calcula que en 2025 se enviarán y recibirán más de 376 000 millones de emails al día en todo el mundo. Estas cifras atestiguan su importancia continuada, a pesar de su «relativa edad» en la escala de la historia digital.
Uno de los argumentos más sólidos a favor del email marketing es su excepcional retorno de la inversión (ROI). Varios estudios diferentes confirman que el email marketing debería generar una media de 36 € por cada euro gastado. Esta cifra, muy superior a la de muchos otros canales de marketing, hace del correo electrónico una inversión estratégica indispensable.
Esta rentabilidad puede explicarse por varios factores. En primer lugar, el coste de enviar un email es realmente bajo, estimado en unos 0,005 euros por correo, o un máximo de 5 euros por cada 1000 emails. Comparado con otras formas de publicidad, el correo electrónico ofrece un alcance masivo a una fracción del coste.
El email marketing se considera tan esencial que las empresas son muy reacias a reducir sus esfuerzos en este ámbito. Esta estabilidad presupuestaria subraya la confianza de las empresas en la capacidad del email para generar resultados tangibles.
Por último, la mejora de la entregabilidad del email, es decir, la capacidad de tus mensajes para llegar a las bandejas de entrada de los destinatarios en lugar de a sus carpetas de spam, se traduce de media en un aumento de los ingresos para casi el 20 % de las empresas. Si un email no llega a su destino, su ROI es simplemente cero. Por eso, invertir en la optimización de la entregabilidad es un aspecto directo y medible de la mejora del ROI general de tus campañas.
La eficacia del email marketing no puede medirse solo con datos financieros. Desempeña un papel crucial en la construcción y el mantenimiento de relaciones sólidas con los clientes. Según nuestro estudio sobre The state of email deliverability in 2025, para el 40 % de las empresas, dar prioridad a la entregabilidad del email ha supuesto una mejora significativa de la satisfacción del cliente. Los consumidores lo confirman: Un 75 % de ellos prefieren recibir comunicaciones de las marcas por correo electrónico, ya sea para mensajes promocionales o transaccionales. Esta preferencia pone de relieve la importancia del email como punto de contacto.
Permite una comunicación directa, fiable y personal. Ya sea para emails transaccionales (confirmaciones de pedido, actualizaciones de entrega) o de marketing (ofertas, newsletters), el correo electrónico se considera un medio esencial de comunicación. Los emails transaccionales, por ejemplo, son cruciales para generar confianza y tranquilizar a los clientes sobre sus compras. Si un email importante no llega, puede provocar insatisfacción y frustración. La capacidad de responder a las expectativas del cliente y proporcionarle información oportuna y pertinente por email contribuye directamente a una experiencia positiva del cliente.
Repitámoslo: La entregabilidad es la clave del éxito de una estrategia de email marketing. No basta con enviar un correo electrónico. Tiene que llegar a la bandeja de entrada. Más del 78,5 % de los profesionales encuestados en nuestro estudio consideran que conseguir una alta entregabilidad es una de sus principales prioridades.
Gráfico que muestra el interés de los profesionales del marketing por una buena entregabilidad.
Hay muchos factores que influyen en la entregabilidad, como la reputación del remitente, las interacciones de los suscriptores, la autenticación del email y la gestión de las listas de contactos. Una mala entregabilidad tiene consecuencias directas para tu empresa: pérdida de ingresos potenciales y daños a la imagen de marca. Por tanto, el ROI de tu emailing depende directamente de la entregabilidad. Los proveedores de email como Gmail y Orange evalúan la reputación del remitente basándose en las interacciones de los usuarios. Por eso, una buena reputación como remitente es sinónimo de una mejor entregabilidad.
Se acabó la era de enviar emails de forma masiva, y todos iguales. Hoy en día, la personalización y la segmentación son tácticas esenciales para el éxito de las campañas de email. Adaptar el contenido de tus emails a los intereses, comportamientos y preferencias específicos de cada segmento de tu audiencia aumenta espectacularmente la relevancia de tus mensajes.
Este enfoque específico mejora las interacciones, lo que a su vez refuerza la reputación como remitente entre los proveedores de mensajería. También, según nuestro estudio, el 12,8 % de los remitentes eligen la personalización y la segmentación como tácticas para mejorar su puntuación de reputación como remitentes. Los emails relevantes tienen más probabilidades de ser abiertos, leídos y cliqueados, lo que indica a los proveedores de email que tus mensajes son valiosos y deben entregarse en la bandeja de entrada principal.
El email marketing, con su impresionante retorno de la inversión y su capacidad para establecer conexiones profundas con los clientes, sigue siendo una herramienta de marketing de poder inigualable. No se trata solo de enviar mensajes, sino de construir relaciones duraderas, impulsar las interacciones y generar ingresos de forma constante. Las empresas pueden explotar todo el potencial de este canal centrándose en la entregabilidad, la personalización, la automatización, la gestión rigurosa de las listas, las pruebas continuas y un cumplimiento normativo intuitivo.
En un entorno digital en constante cambio, el email marketing sigue demostrando su valor como inversión estratégica esencial. Ignorar su potencial, o subestimar su importancia, sería un error costoso para cualquier empresa que busque la prosperidad a largo plazo. Es un compromiso continuo, pero los beneficios, ya sean económicos o relacionales, justifican con creces el esfuerzo.